1
Toda su vida fingió
que era ciego, pues su vida
entre ciegos transcurrió.
2
Consciente de que era absurdo
hablar de la luz con nadie
decidió también ser mudo.
3
Sin embargo, pese a todo,
seguía viendo la luz
y gritando con sus ojos.
4
No hay manera de ocultar
la mentira ni cubriéndola
con la piel de la verdad.
5
El ciego de nacimiento
nunca podrá comprender
lo que el vidente está viendo.
6
Es por eso que jamás
entre el ciego y el vidente
el color se cruzará.
7
Que entre el vidente y el ciego
ni siquiera es explicable
qué es lo blanco o qué es lo negro.
8
Por ver demasiado, aquel
hombre acabó enloquecido
y pidiendo a Dios no ver.
9
¿Será verdad lo que ven
los que ven o, la verdad,
acaso será no ver?
10
No hay, pues, desgracia mayor
que nacer viendo entre ciegos
y amando entre el desamor.
ROSA DIMINUTIVA
La rosa diminutiva
es la que más me cautiva,
no la rosa esplendorosa;
pues en la pequeña rosa
es donde el sol, concentrado,
se hace aroma iluminado,
y la esencia del amor
dándole voz al color
rinde devoto fervor
al amor enamorado.
Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda
Toda su vida fingió
que era ciego, pues su vida
entre ciegos transcurrió.
2
Consciente de que era absurdo
hablar de la luz con nadie
decidió también ser mudo.
3
Sin embargo, pese a todo,
seguía viendo la luz
y gritando con sus ojos.
4
No hay manera de ocultar
la mentira ni cubriéndola
con la piel de la verdad.
5
El ciego de nacimiento
nunca podrá comprender
lo que el vidente está viendo.
6
Es por eso que jamás
entre el ciego y el vidente
el color se cruzará.
7
Que entre el vidente y el ciego
ni siquiera es explicable
qué es lo blanco o qué es lo negro.
8
Por ver demasiado, aquel
hombre acabó enloquecido
y pidiendo a Dios no ver.
9
¿Será verdad lo que ven
los que ven o, la verdad,
acaso será no ver?
10
No hay, pues, desgracia mayor
que nacer viendo entre ciegos
y amando entre el desamor.
![]() |
Doña Vicenta Sanchís Jiménez y su sobrino Juan Cervera Sanchís |
ROSA DIMINUTIVA
La rosa diminutiva
es la que más me cautiva,
no la rosa esplendorosa;
pues en la pequeña rosa
es donde el sol, concentrado,
se hace aroma iluminado,
y la esencia del amor
dándole voz al color
rinde devoto fervor
al amor enamorado.
Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda