-Leer y escribir, ¿para qué Doctor Alfayate?
-Ah, eso, para
coser y coser, mientras no coso lo que coso.
-¿Cómo? ¿Acaso
cose usté? Le pregunté de lo escribir. ¿Qué no usté es escritor?
-Sí. Por eso,
cuando no coso, tejo. Nunca no escribo, siempre tejo.
-¿Quién le
entiende? ¿Y para qué hace por eso?
- Ah, para nada.
Y para no vivir no pobre; unos pesos siempre no pierdo, sino gano.
-¿Entons, teje,
usté, también Doctor Alfayate?
-No, sí. Tejo y
tejo y cuando no tejo, coso.
-Mmta. ¿Y pa'qué
teje su coso ese?
-No, para nada.
Yo coso trajes no para todos, sino para nada. Y dinero buen excéntricos algunos
de el gobierno me dan. Para la gente, cuando trajes cosía, algo incómodos y
desfachatados, por cierto, me daba nadie ni un céntimo, es más, para que dejará
de coser, me perseguía el gobierno. Pero desde que, para nada, hago trajes,
como de toros una corrida, como de las vegas los tragamunedas, como un goleador
futbolista, rico soy. Becas y premios me han sido dados por el gobierno. La tela entre más se enreda por mí y lo
pantalones que a nadie le fajan, mejor.
-¿Pero, pus,
cómo, Alfayate?
-Doctor, dígame,
por favor, mi especialización me ha costado.
-¿Especie
en qué, perdón?
-Especialización,
don Rutilio. Mi especialización, que un doctorado es, se tituló: El por qué
la seda es seda si no es seda la seda cuando es seda la seda; teoría de la
pura puridad compleja de la pura puridad de la seda pura. Para ti, ininteligible, mi querido
don Rutilio.
-Ah, Doctor,
pero yo no soy initeligiblo. Sólo no entiendo bien lo que dice. Pa'qué
el por que eso de la seda de la seda de la seda.
-El por qué la
seda, don Rutilio.
-Como sea,
Doctor, de favor, explíqueme para no ser intelígiblo.
-Para
ininteligible no ser, Rutilio. Para empezar, ya te dije que, para nada, sirve,
como un carísimo reloj Patek
Philippe’s Platinum World Time, como un lujo, entonces, como gambetas,
entonces. Tejo y tejo y tejo desde mi cubículo y, entre más digo nada, menos no
estético no filosófico soy. Nunca no escribo, siempre tejo. Y, cuando no
continúo, como ya te dije, tejo. Y, como veremos, una experiencia toda pura de
la seda pura. El nobel, sí, gane quizá después. Si mi amigo, Barack Obama, el
de la paz ganó, bélico siendo, yo ganar puedo también el de literatura, cocedor
siendo.
-Ah, pus, sí. Si
usté lo dice. Y de dónde sale el dinero que el gobierno le da pa'que usté
financie esos trajes tan raros que no nada.
-Ah, perdón,
pero a nadie le digas, eh. -Se acercó para murmurarle a su oído-. Mi becas y
mis premios son pagadas por el herario.
-Híjole, Doctor
Alfayate, y yo que lo creía muy acá. Pero, pus, entonces, yo con mis impuestos
pago un conocimiento que no nada para nada, si cose, cuando teje y teje la pura
acomplejidad pura de la pura. Qué gacho, camacho. Yo que creí que usté
le sabía mucho a por qué estamos como así, como tarugos y jodidos y como
regachos que nos robamos y nos matamos y a la tumba vamos sin saber qué con la
tumba, qué con la vida. Pero tal parece que nos hunde más.
-No, don
Rutilio, a mí me ha hecho más sabio y con qué vivir bien, me ha dado.
-Dirá más zafio
y más ricachón, Doctor Alfayate.
-¡Rutilio! Ya
vete, mejor, que unos poemas que calificar, tengo, ya que jurado soy, de
poesía, en un certamen. Y me parece que 1111133666, que así se titula, a ganar
va.
-¿Qué no la
poesía era de palabras?
-No, don
Rutilio, ahora la poesía, de lo burgués en contra, toda palabra rompe. Sólo si
no lees con ojos de acomodado capitalista, de burguéspequeño, entender podrás
su rebelde sentido. Pero, te dije ya, déjame trabajar y a tu quehacer, vete!
-Bueno, ya mvoy,
pero eso, yo no lo entiendo. Entonces he de ser burgués, sí, ¡lo soy!, porque
no entiendo eso que dice. Tan talachas y burgués, ya ve que me gustan las
ham-burgues-as de la esquina.
DON
NADIE