Una sílaba,
¡y ya!
Sólo,
solamente
una sílaba.
Basta,
y es más que suficiente,
una sílaba.
Digo, sí, digo.
Digo simplemente
una sílaba:
Tú.
Y no hay más que decir,
pues ya está dicho todo.
JUAN CERVERA SANCHIS JIMÉNEZ Y RUEDA
México D. F., 3 Septiembre 2012
No hay comentarios.:
Publicar un comentario