domingo, 13 de octubre de 2013

Huir

Huyamos a donde tú y yo
seamos libres
de nosotros mismos,
de nuestros
frutos, ramas y raíces.
Huyamos, sí,
más allá de las hojas, las espinas,
más allá de la savia donde en ella
tú y yo damos círculos inútiles
de clorofila orgásmica.
Huyamos más allá, más allá;
en el centro del odio,
en el centro del vacío,
estemos más allá, ay, ¡más allá!,
a donde la flor. A donde la flor.
Y cubramos de flores,
orgullosos de luz, más allá de la herida,
a quién sacuda el árbol y nos arranque.

Abraham Peralta Vélez 9 de octubre de 2013





TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

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