Hay
casonas vacías en esta ciudad.
La
luna les desprende telarañas.
Ahí
el polvo cruje y los gatos cojen.
A
veces hay quienes por un tiempo
se
resguardan en ellas
como
basuras
hacinadas
por el viento,
pero
llega la hoz y la ley
y
se siega aquella estancia.
Hay
casonas vacías en esta ciudad.
Y
hay tantos que sueñan
con
un lugar para vivir
y
para dejar vivir a quienes vengan.
Pero
se quedan sin techo
hasta
perder su amor en un trabajo miserable.
Hay
casonas vacías en esta ciudad.
¿Alguien
sabe de quién son las escrituras?
TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma
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