lunes, 20 de diciembre de 2010

NAVIDAD Juan Cervera Sanchís

Llega la Navidad y una vez más la gente
decide iluminar un arbolito.
Dinero, que no hay, para todo....Es el dinero
el actor estelar de esta vieja película
y muchos sufren, sufren y padecen
por su causa y heridos de “no tengo”.
Comerciantes hambrientos de ganancias
calculan y etiquetan.
Se trata de vender y de comprar. Se habla del aguinaldo.
Familiares y amigos compartirán la cena.
Esa cena que a lo largo del año casi nadie comparte.
Se repiten palabras gastadísimas.
El olor del alcohol se intensifica.
Se brinda en todas partes. Se reparten abrazos.
Y sonrisas. Y algunos comen pavo.
Para un observador de otro planeta tal vez parecería
que el nuestro es muy feliz en Navidad,
pero nosotros, ¡ay!, a cierta edad sabemos...
Aunque sería precioso creer en los milagros nuevamente
y llenarse la boca de anís y Niño-Dios, y todo eso...
Sería, ¡oh, sí!, precioso, pero eso no es tan fácil
y aunque uno sigue el juego de los brindis,
los cantos, los abrazos.... la feliz Navidad no es tan feliz.
Sin embargo, uno trata de engañarse y beber y cantar
y creer en los viejos amigos, lo que es harto difícil,
cuando al son de diciembre, porque así son las cosas,
llega la Navidad y una vez más la gente
se enmascara de abrazos y sonrisas
y se viste de amable cortesía
y habla, por una noche, de paz,
de amor, de vinos y esperanzas;
aunque lo cierto es que seguimos
en guerra sin cuartel, como siempre,
en esta lucha inútil de todos contra todos
de la que, finalmente, todos,
sin excepción, saldremos derrotados.

México D. F. 2010

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