Ni oferto ni demando nada,
ni de mí soy
por entero gobernante,
mas pidome a cada instante
el amor tuyo, mi amada.
Y si vendo mi luz preciada,
será, qué triste,
porque nada más poseo
en este mundo, ¡soy reo!,
soy, con mi luz del alma maniatada.
Abraham Peralta Vélez
ni de mí soy
por entero gobernante,
mas pidome a cada instante
el amor tuyo, mi amada.
Y si vendo mi luz preciada,
será, qué triste,
porque nada más poseo
en este mundo, ¡soy reo!,
soy, con mi luz del alma maniatada.
Abraham Peralta Vélez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario