domingo, 7 de febrero de 2010

La poesía

El plato
la cuchara
el tenedor.
La autoridad
hiriente del cuchillo.

La mano
el hambre
el hombre,
la mujer
el abuelo
el niño.

La mesa
el mantel
la silla.
El arte de comer.
¿Es un arte comer?
No lo sé
yo no lo sé.
Yo me crié en el hambre
y el hambre no es un arte
¿o sí es un arte el hambre?

El plato
la cuchara
el desayuno
el almuerzo
la merienda
la cena.
Los que no tienen plato
ni cuchara
ni mesa
ni cuchillo
ni tenedor
y ni siquiera,
oh Dios,
comida,
aunque sí hambre,
mucha hambre,
hasta el fatal extremo
de morirse de hambre.

¿Qué otra historia
prefieres que te cuente?

La poesía
puede ser un garbanzo,
una lenteja,
una papa
un ajo
una cebolla,
una sardina
un huevo de gallina
un muslito de pollo
una mano de cerdo.

La poesía
no es un balón de fútbol
no es una raqueta
no es un guante.
No es la poesía, no,
lo que creen y cultivan
los poetas
amantes de la fama
y de los premios.
La poesía... ¡Qué sé yo!
(¿Qué otra historia
prefieres que te cuente?)

La poesía...

El plato
la cuchara
el tenedor.
La autoridad
hiriente del cuchillo.

El hambre
el hambre
el hambre.
El hambre, no el hartazgo,
tal vez sea la poesía.

Juan Cervera Sanchís