Me duele que me hables
así, de ese modo,
tan quebrado, así, como roto,
como si la lluvia,
como si el dolor.
Me duele tu impotencia.
Me duele tu llanto contenido,
maniatado, no llorado.
Me duele, tu dolor, tan mío.
¡Vete a dormir! ¡Descansa!
Duerme, tu mi dolor, duerme,
vete a descansar
que me duele tu dolor.
Ya la vuelta nos traerá
un guiño de alegrías frescas.
A la vuelta de esta esquina,
ya verás,
ya verás, algo me dice
que bailará el sol
como un mimo callejero,
¡oh, alegre Marcel Maceau!
¡Cómo te hace rereír y revivir!,
¿te acuerdas?
Porque no hay dolor que dure,
que no, no hay dolor, que no se cure.
Ya verás, tu dolor, tan mío,
será pronto,
pronto será, pronto, muy pronto
olvido.
Abraham Peralta Vélez 18 de febrero
2013
Que bailará el sol
como un mimo callejero,
¡Oh, alegre Marcel Maceau!
Marcel Maceau |