viernes, 6 de enero de 2012

HAY VECES en las que me gusta ser viento,
tocarte desde adentro, irme después
para encontrarte,
despeinarte las pestañas.
Y salir de ti en dos suspiros.

Hay veces en las que me gusta ser fuego,
pintarte la piel, hacerte daño
en toda la extensión de la palabra
y herirte los recuerdos.

Hay veces en las que me gusta ser agua,
escaparme de tu tiempo, guardarme las figuras
y limpiarte los deseos, incontenible ser, apagando tu sombra
dejándome beber.

Hay veces en las que me gusta ser tierra, dejarte nacer,
ensuciarte las ideas, tocarte siempre las plantas de los pies,
hacerte tropiezos y marañas. De lodo construirte
para adorarte un rato y enterrarte luego.

Gabriela Jimenez