martes, 22 de abril de 2014

Lunático

Como piedras lunas de fuego
como señales de amor arrojaba 
al nocturno balcón de los gatos.
Era un lunático Dios.
Sin embargo en su inercia de tumba
en su ambición de llaga y óxido
pocos rompían en abismos
el espejismo seguro de sus ojos
y al lunático Aquél 
en el inseguro incendio de su triángulo
en que se columpiaba como niña
inquisidora y traviesa
en que arrojaba piedras de fuego
como burbujas de luna
de estrellas al universo
lo dejaban en su locura de amor
rompiendo los espejos de su propio abismo
y las botellas de su embriagante vino enamorado.

Abraham Peralta Vélez 3000000 abril






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