lunes, 24 de octubre de 2011

YO OTRO

Este que viene pensando conmigo
suele andarse en mi voz, lejano,
Abraham Peralta Vélez
donde sin mí, yo, conmigo emano
raíz soñante, errado mendigo.

Solo, inmenso, abriga consigo
calles de turbas violentas, anciano
sol y cansado, este otro cercano
yo, muchas veces mi triste enemigo.

Pienso que piensa en mí, desde el sueño
suyo, y sufre al abrir lo ordinario
nuestro, el límite, sed y el desdeño.

Pero evocarlo extrañamente dueño
de sí, allá triste reflejo lunario,
me quita algo de sed, de empeño.


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Yo otro sigo siendo siempre el mismo
en el alma inmutable del misterio
de mí, mudable ser en cautiverio,
muero para mudar en el abismo.

Espejo sin reflejo, vitalismo
de inaprensible luz, aunque imperio
en derrota constante, cementerio
casi, racimo de células, sismo.

¡Qué más da si me visto de riqueza,

de sucio anochecer, de alegría,  
qué más da esta vida de pobreza!

Cualquier prenda que vista con proeza
no soy, acaso fui mi cuerpo un día.
Yo otro, mismo ser, oculta belleza.

Abraham Peralta Vélez, EN LA CALLE SONETOS, 23 de oct. de 2011.

HABRÁ QUE VESTIRSE CON LAS PRENDAS MÁS HERMOSAS DEL ALMA!

A NADIE

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Lo que no digo a nadie,
lo que siempre me callo,
es lo que soy.
Nunca fui mis zapatos.
Nunca fui mis corbatas.
Nunca fui mi reloj.
Nunca fui mi cartera.
Nunca fui mi sombrero.
Fui lo que fui.
Nadie es el otro nunca
por más que se disfrace.
Yo soy quien yo soy
y tú eres quien eres
y, ante la realidad
desnuda de la vida,
no habido nunca
y nunca, nunca habrá
manera de engañar
ni de engañarse.

JUAN CERVERA SANCHIS
México D. F. 24 Octubre 2011