miércoles, 11 de diciembre de 2013

Soneto

Porque la vida es música y yo amo
tu vida y, con tu vida, amo mi vida;
que por tu vida es música encendida
por la que nota a gota me derramo.

Música y vida, sí, mágico ramo
de misterio en constante amanecida
de eurítmicas esferas, carne asida
al alma de la voz con que te aclamo.

Que el Universo es música y asombro
y música es la sangre por mis venas
cuando tu musical mano me toca.

Música es todo, sí, cuando te nombro.
Tú, al nombrarme, de música me llenas
y tus labios son música en mi boca.

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA




TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

En el metro

En el metro
los amantes
besos
parecen peces
de iris
en un mar
apurado de escombros.

II
En los andenes
del metro
abajo del reloj
los besos
encallan en el tiempo
como ballenas
agónicas
en su orilla de arena.

III
En el andén,
un beso;
al reloj digital
lo vuelve astro-
labio.

IV
De violenta
y sudorosa
distancia
en el metro
los besos
como bufido
de una ola
humanizan
marejadas.

Abraham Peralta Vélez 3 de diciembre 2013



TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Sueños

Para ti, para ti, y para ti

Cuando tú
me sueñas
entre sábanas
me llevas.
Vuelvo sin mí
a mí
vuelvo a vivir
enamorado
y húmedamente.

II
HAIKÚ
Cuando me sueñas
tú, vuelve un colibrí
a mi ventana.

III
Cuando tú me sueñas siento
que es sangre mi sombra
y sonrío porque siento y creo
que por mi sombra vivo.

Pero al sonreír yo no sé
si es porque tú me sueñas
o es porque yo me invento

que te estoy viviendo
por mi sombra vivo.

Y confundo ya tu sueño
con el mío.
Con mi soledad
y la pena
de estar desiertos y soñando.
Abraham Peralta Vélez 2 de diciembre de 2013

TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

....................

Que nazcan los versos
por aquí y por allá.
Que aquí y allá recién nacidos
rían, lloren y griten,
a nalgadazos del lector
que al final los pare
del vientre de la hoja embarazada.
Que nazcan con cesárea
o parto natural
en un lector de guantes, cubre bocas;
en un lector a manos llenas
naturista, sangrantes,
bajo el agua solitaria y profunda.
Que nazcan versos diarios
como mueren almas diariamente.
Que se sientan sangrantes
y puros, recién nacidos.
Que el verso sea capaz
de recién nacer consigo a quien los pare
de su embarazado vientre
y no para el redil
de la erudición y la polilla,
el premio, la feria, y el monumento.
Que recién nazcan cada día.
Que los halle quien se pierda
cuando riega el café
a la vuelta de la esquina de una servilleta.
Que los halle quien se encuentre
con el dolor a solas, expulsado de sí,
derruido en el odio.
Que nadie se quede tumbado en la llaga, arrellanado.
Que nadie absolutamente muera
sin asistir al parto de un verso.
Que nadie muera absolutamente
sin asistir al parto de una estrella.
Que nadie ande muerto por la vida
sino por la muerte misma, vivo.
Que la vida los colme hasta la muerte,
que la vida los mate y no la muerte,
para que la muerte los nazca
y no
los entierre.

Abraham Peralta Vélez 2 de diciembre de 2013


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma