jueves, 5 de abril de 2012

De nuestras manos y de las eras

La vida, mi vida

La vida, mi vida,
tanta poca cosa,
tan acumulado
hilillo de agua,
se desecará
por un porque sí
airoso y denso
que se la llevará
a quién sabe dónde.

Mi vida, condenada
al silencio, canta
mientras puede el agua.


Abraham Peralta Vélez