martes, 6 de agosto de 2013

Amor de café

En el Café Real, contigo

En la mesa
una taza de café,
una taza de té,
son las 12 a.m.,
ligera tarde, de café y té.
Tú eres yo. Yo soy tú.
Un chapata de amor
la compartimos, tú y yo.

Un periódico toma su taza
en la mesa circundante.
El mundo se lee a sí mismo.
Cómo es que se mata a sí mismo.
Le parece interesante,
y, al pedir su cuenta, lo olvida.

Una nube niña llora y ríe,
pasa como pompa de jabón.
Se me caen las llaves
de mis destinos
y al recogerlas, tiro el poco de café.
Te miro a los ojos
y sonrío como niño travieso.
¡Qué alegría! ¡Qué alegría
esta ligera tarde, de café de café
y té y té y tú y yo y yo y tú!

Lo amargo, no es amargo, sino café.
No es amargo, lo amargo, sino café.
No es verdad, sino los gorriones
que invisibles anhelos, nos visitan.
Y entre el café, de tarde en tarde,
sorbo tras sorbo,
la vida más alta y ligera,
ligera como esta tarde,
se hermana y se enamora.
Sabe que está
en su sitio perfecto.

Abraham Peralta Vélez
5 de agosto de 2013, Col. Narvarte, México D.F.






TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma