Vuela el soneto infín de la memoria
por el cielo sin nombre del olvido
y grita lo vivido desvivido
en las páginas rotas de la historia.
Vuela, vuela y revuela la ilusoria
ilusión de mi tiempo, ya perdido
por tu espacio doliente y malherido,
con hambre desmedida y sed de gloria.
En la materia oscura de tu pelo
se conjura la luz en un conjuro
y, alquimia delirante, es rito y mito.
Y al fin lo infín sin fin devela el velo
de la inseguridad de lo seguro
desde la infinitud de lo finito.
JUAN CERVERA SANCHIS
México D. F., 15 Agosto 2011