viernes, 27 de diciembre de 2013

Ráfagas

DIALOGO

1.-Los jaramagos
dialogan con los muertos
del camposanto.

PARADOJA

2.-Los Universos
son más que las hormigas
y más pequeños.

BASTA

3.-Basta una rosa
para amar ya por siempre
el color y el aroma.

REVELACIÓN

4.-Tiempo sin tiempo.
Espacio sin espacio.
Amor eterno.

VERDAD

5.-Pon atención:
Mi vida sin tu vida
no es vida, Amor.

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA

2014


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Haikú

En la memoria 
de dios cabemos todos:
¡gloria de glorias!

Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Cantinas

Es la cantina
un cenicero
en que la flama
se devora, baldía,
y en cenizas
amanece la luz.

.......
Se siembra erotizado el vacío
y un fruto ajado, crece.
Se liberan dolores de alegrías.
Se cantan alegrías de dolores.
Nada vale la vida.
Se libera, el alma, de sí misma.
Nadie se está diciendo nada.
Se baila. Y se incendia la nada.
Se constituyen legislaciones
de sal, en que lo amargo endulza,
por encima de alguna ley,
en los labios de oro, caudalosos,
de la cerveza.
Nada está escrito. No sirve esta palabra.

..........
Borrachos, al fin, espumosos
también de odio, se
tensan los maxilares del alma
y la estupidez nos enfrenta
como dos incendios que sangran,
bravucones, imbéciles.
Y se encharca la breve pirotecnia
de camaradería.
Esta amistad, amigo, pende de una botella.
Cuánto tienes, cuánto vales.
Y este amor se va con la mañana.

Abraham Peralta Vélez 13 de diciembre de 2013




TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Mar

Del cuerpo, la flama.
Del fuego, la ceniza,
de la ceniza...
de la ceniza, el mar.

Abraham Peralta Vélez 13 de diciembre 2013
 
Mar


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Cenizas

En un cofre
de cenizas
veo un vaso
de agua clara
y cristalina.


Abraham Peralta Vélez 13 de diciembre de 2013

TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

domingo, 22 de diciembre de 2013

Palabras

Son las palabras rotas,
maltratadas, heridas, moribundas.
Son las tristes, las pobres, las huérfanas,
las maltrechas palabras.
Son las palabras. Son las palabras aquellas,
aquellas que tú y yo intercambiamos.
Tu nombre: una palabra.
Tu voz: una palabra.
Tus ojos: mil palabras
sin palabras irradiando belleza.
Tú, mi palabra, mi amada y amadísima palabra.
¡Ah mi hermana siamesa! Dime tú, dime tú:
¿Qué palabra inventamos
para abrir la preciosa caja mágica
de los sueños y hacer realidad todos los imposibles
en que tú y yo creímos,
a pesar de este mundo y de esta vida,
donde nunca jamás tú y yo tuvimos sitio?

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA

2014





TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

La hoja

De viento
la hoja
se desencadena
de sí misma.
Qué solitaria
y qué lejos
se entierra en el aire
en su aluvión de olvido.

Esta hoja de viento
en el viento
se va hundiendo en la memoria
de lo que nace, muriendo.

A esta hoja
que en el aire
se mece
ya sólo el olvido
le abre su memoria.

Ya sólo el olvido
de viento y luz
hermosamente
la sostiene en el aire.

Sin saber a dónde
lejos y solitaria
se la lleva la vida que la trajo
en la rama, en el aire y en el polvo.

Abraham Peralta Vélez 11 de diciembre de 2013


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

sábado, 14 de diciembre de 2013

......

Dejamos que se pudra
la soledad
en su escritorio de silencios
de lámpara y de polvo,
de charla con los muertos,
con su taza
rebosante y nocturna
de nosotros mismos.
Dejamos que se pudra
como cactus marchito.
Dejamos que se pudra
esa soledad tan solitaria
de arañas de seda.
Nos la llevamos,
en tanto que se pudre aquella,
a estar sola
entre las borrascosas calles
y la metemos a un bar
y la cogemos gritando
y la bailamos bailando
y la llevamos de paso
hasta por fin
eyacularla por completo
de nosotros
en un recipiente que también espera,
mientras gime, suntuosa,
vaciar su soledad desesperada.

Abraham Peralta Vélez 5 de diciembre de 2013


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

.............

Pregunto:
¿en verdad no hay
otra puerta de salida?
¿Ni para esta
emergencia
en que el objeto
nos calcina?
Nos incineramos
voraces
en la orfandad de la flama.
Ya no alma,
sino cuerpo puro, somos.
Nos abandonamos
en la ceniza por completo,
en el objeto
de nuestro despojo.
Cenizos
jamás creímos
que el azul
del fuego nos podría.
Y salimos para entrar
365 veces a la ceniza
por esta puerta
de salida sin salida.

Abraham Peralta Vélez 5 de diciembre de 2013


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Soneto

Porque la vida es música y yo amo
tu vida y, con tu vida, amo mi vida;
que por tu vida es música encendida
por la que nota a gota me derramo.

Música y vida, sí, mágico ramo
de misterio en constante amanecida
de eurítmicas esferas, carne asida
al alma de la voz con que te aclamo.

Que el Universo es música y asombro
y música es la sangre por mis venas
cuando tu musical mano me toca.

Música es todo, sí, cuando te nombro.
Tú, al nombrarme, de música me llenas
y tus labios son música en mi boca.

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA




TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

En el metro

En el metro
los amantes
besos
parecen peces
de iris
en un mar
apurado de escombros.

II
En los andenes
del metro
abajo del reloj
los besos
encallan en el tiempo
como ballenas
agónicas
en su orilla de arena.

III
En el andén,
un beso;
al reloj digital
lo vuelve astro-
labio.

IV
De violenta
y sudorosa
distancia
en el metro
los besos
como bufido
de una ola
humanizan
marejadas.

Abraham Peralta Vélez 3 de diciembre 2013



TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Sueños

Para ti, para ti, y para ti

Cuando tú
me sueñas
entre sábanas
me llevas.
Vuelvo sin mí
a mí
vuelvo a vivir
enamorado
y húmedamente.

II
HAIKÚ
Cuando me sueñas
tú, vuelve un colibrí
a mi ventana.

III
Cuando tú me sueñas siento
que es sangre mi sombra
y sonrío porque siento y creo
que por mi sombra vivo.

Pero al sonreír yo no sé
si es porque tú me sueñas
o es porque yo me invento

que te estoy viviendo
por mi sombra vivo.

Y confundo ya tu sueño
con el mío.
Con mi soledad
y la pena
de estar desiertos y soñando.
Abraham Peralta Vélez 2 de diciembre de 2013

TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

....................

Que nazcan los versos
por aquí y por allá.
Que aquí y allá recién nacidos
rían, lloren y griten,
a nalgadazos del lector
que al final los pare
del vientre de la hoja embarazada.
Que nazcan con cesárea
o parto natural
en un lector de guantes, cubre bocas;
en un lector a manos llenas
naturista, sangrantes,
bajo el agua solitaria y profunda.
Que nazcan versos diarios
como mueren almas diariamente.
Que se sientan sangrantes
y puros, recién nacidos.
Que el verso sea capaz
de recién nacer consigo a quien los pare
de su embarazado vientre
y no para el redil
de la erudición y la polilla,
el premio, la feria, y el monumento.
Que recién nazcan cada día.
Que los halle quien se pierda
cuando riega el café
a la vuelta de la esquina de una servilleta.
Que los halle quien se encuentre
con el dolor a solas, expulsado de sí,
derruido en el odio.
Que nadie se quede tumbado en la llaga, arrellanado.
Que nadie absolutamente muera
sin asistir al parto de un verso.
Que nadie muera absolutamente
sin asistir al parto de una estrella.
Que nadie ande muerto por la vida
sino por la muerte misma, vivo.
Que la vida los colme hasta la muerte,
que la vida los mate y no la muerte,
para que la muerte los nazca
y no
los entierre.

Abraham Peralta Vélez 2 de diciembre de 2013


TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

jueves, 5 de diciembre de 2013

Pequeña sinfonía

1.-Aquella hormiga,
¿murió bajo mi pie?
No, sigue viva.
2.-Sabe la muerte
que la vida no sabe
por qué se muere.
3.-La vida sabe
que no sabe la muerte
por qué se nace.
4.-Es un misterio
la vida y es la muerte
un gran misterio.
5.-Hace mil años
que yo ya estaba aquí.
Era yo un árbol.
6.-Pasarán años miles
y aquí estaré yo
en tus raíces.
7.-Las nubes pasan.
Pasan, pasan y pasan
y nada pasa.
8.-Tú no has pasado.
Tú no pasarás nunca.
¡Oh amor amado!
9.-Yo muero y vivo.
Yo vivo, vivo y muero
y muero y vivo.
10.-La hormiga aquella
nació bajo mi pie
y es una estrella.

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA


Pequeña sinfonía



TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

..............

Hoy salí a ningún lado y llegué a mí.
Me emborraché de angustia hasta perderme
y reí a carcajadas de locura
mientras era una piedra que pateaba el viento.
Porque entonces no sé, ni sabía,
quién es este a quien tú vives
y a quien yo te entrego como mío
en este cuerpo de sal en que me amargo.
Me habito como tú cuando te miro.
En tu mejilla roza una lágrima mía
y no sabes nombrarme cuando me habitas
aunque me sientas como tuyo.
Me ha vestido un nombre
y esta costumbre flaca de vagar a prisa
en la estentórea calle de la nada
en el centro flamígero de la ciudad de México.
No puedo ir más lejos que la palabra mar
para intentar nombrarme entre mis pliegues de olas.
O flama en que me soy cuando te amo.
No puedo a mí llegar y decirte soy
porque te nombraría cuando diga árbol.
Soy y no soy y no me basta serlo.
Estoy agazapado. Si mi cuerpo te toca,
en el tarro espumoso de esa noche,
un rayo me abre mi cuerpo para llegar a ti
y mi cuerpo es alma y mi alma, cuerpo.
Salgo de mí para llegar a ti y contigo, a mí.
Sin embargo, sucede cuando callo.
Siento el fervor de lo indecible. Lloro
y me desnuda el llanto por completo.
Cae la costumbre idiota y me desviste el nombre
una sola lágrima que abre mi silencio.

Abraham Peralta Vélez 28 de noviembre de 2013


Tierra Húmeda
Abraham Peralta Vélez




TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

domingo, 1 de diciembre de 2013

Mediodía

Yo voy caminando ante mí.
Camino entre mi féretro de hierba
agitado por el viento.
Tiembla la memoria del sol.
Este mediodía me contiene.
El cielo abierto, claro.
Los perros ladran, juegan.
Siento que soy la luz del mediodía
tan claro, que me lleva en su tumba.
En la hojarasca huello mi destino.
Mi fe en una nopalera resiste.
Las hojas caen, lloran,
al vibrar su juventud humana.
Las mariposas se anhelan.
El espacio abre las puertas
al centro de una telaraña de viento
en que soy su moscardón.
Soy este hermano que pasa
ante mí, en la hierba y el viento,
contenido en este mediodía,
hermano de cuanto pisa y respira.
Que cuanto respira anhela,
y lo que anhelan las piedras, anhelo yo.
Yo voy caminando solo, a mediodía,
buscando a Dios, mientras hablo conmigo.
Y al abrir el silencio, que me cierra,
se entreabre una llave de agua
que riega gota a gota la sed.
Hallo mi propio y perdido anhelo
en el cenit del sol,
mientras un indigente duerme
en la sombra de un pino
y mariposas despeinan el nudo de este calor.

Abraham Peralta Vélez 25 de noviembre de 2013







TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Duele

No es aquel tiempo. No es.
No es este tiempo. No es.
No es el tiempo que vendrá.
Ni es el tiempo que se fue.
¡Ay!. ¡Ay, cómo me duele!
¡Cómo me duele este tiempo
desde que tú ya no estás!
¡Ay, cómo me está doliendo!
Me duele, me duele y duele.
Me duele, amor, este tiempo
de infinita soledad
e infinitamente huérfano;
que no hay mayor orfandad
que ir y venir por el tiempo
sin poderte acariciar
y embriagarme con tus besos.

JUAN CERVERA SANCHIS JIMENEZ Y RUEDA

De libro CD “CANTARCILLOS 2014



TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma