martes, 27 de agosto de 2013

El río serranía

Léase con esta música y tómese, antes, un par cafés. 


A mis hermanos de alma, que son mis amigos



El río me hablaba de una danza inmutable
de la vida en capullo,
que por nacer, muere, que por morir, nace,
que muere para vivir superior a su vientre
como el río a la mar como la mar al cielo.
El río serranía, capullo, tumba, vientre,
me hablaba y se expandía  
entre la hierba del viento,
entre los ojos de las flores 
con sus pestañas azules,
entre los pies de mi alma
que traspasaba mi cansancio, 
con la alegría y el nerviosismo,
la duda el dolor los caminos,
de una madre encinta en parto perpetuo.
El río me hablaba, me hablaba el río serranía.
Que sin dejar de ser río
moría mar
porque mar da, eterno.
El río me hablaba serranía
en el fondo de su vaso 
donde surge cascada de flores
diversas de iris, gotas,
temperamentos, gotas, piedras,
volcanes verdes blancos amarillos...
gotas de todas flores.
Gotas de todos los ríos, el río.
De todas las flores, la flor,
que es toda flor
                       de flores,
Temperamentos una danza
una tensión de puentes y puentes en flor.
El río es mariposa en el aire.
En el aire la mariposa es casada del río. 
En esta voz sin voz de serranía
que el río me está hablando
porque ya no estoy en él
él se encuentra desde mí.
Cómo te lo voy a contar.
Cómo me lo vas a creer.
Que el río me hablaba 
en su voz inmutable
en su inmutable mudanza.
Creerás que soy un imbécil
y sin embargo te digo
quema tus libros tus billetes
tus hijos y a ti mismo en el río
que enmudezcas un tiempo
que dudes de tus babeles
y tomes agua de las nubes del río serranía.
Porque me habla el río
no me reduzco
a tus rotondas sin salida
a tu camposanto de normas
a tu boca de sofá
entre tus dientes rabiosos
y tus encías hambrientas.
No me reduzco
a tus coladeras y tus muros
a tus colegios y tus bancos
sino me expando
en la firme convicción del amor
como una hoja en el viento 
como el hilo casi aire del hilo de la oruga 
como el río de tu sexo de nubes.
En la voz del río, en su voz azul que
aunque se oiga no se oye
parece el hilo transparente
de una oruga de seda
colgada sobre el viento.
Es esa voz azul que me sostiene
es esa voz azul que
hace melodiosa mi voz de polvo
y al hacerme me deshace
y al deshacerme me hace
el río serranía de tu vientre amaranto
el río serranía de mis arreboles rocosos
el sol detrás de la nube serranía 
el sol detrás entre mi médula azul 
subir subir hasta que el río calle y sea nube
y sea nube y silencio absoluto de luz en el ocaso.

Abraham Peralta Vélez 26 de agosto de 2013.
Tlanixco, Teotenango del Valle. 

 
Río mariposa. Río Tlanixco. Tierra Húmeda

 

TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma

Flores

El ángel ciego veía
y el ángel mudo cantaba.
Los jazmineros del sueño
y las rosas desveladas
vagaban por el jardín
y no sabían que vagaban.
El poeta jardinero,
enfermo de lirios grana
y amarillo de oro y luna,
se suicidó una mañana
y no lloraron las nubes
ni sonaron las campanas,
pero bailaron las flores,
¡y hay que ver cómo ellas bailan!
 

JUAN CERVERA SANCHÍS JIMENEZ Y RUEDA 
3333 AÑO DE LA LOCURA LÚCIDA


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