ficus habita el canto
de los gorriones.
De la comida
del perro se alimentan
ávidos gorriones.
Entre las mesas
revuelan las migajas
y los gorriones.
Café murmuro
de azúcar aleteo
de gorriones.
El abundante
aleteo de gorriones
barre las hojas.
EN LA COCINA
Por la ventana
de la cocina
entran varios
gorriones,
mientras escribo
mumuran las bolsas
de basura,
no voy, no veo,
ya sé que están
picoteando
la comida
ávidos de pan.Y el perro sospecha,
porque también sueña
y busca en los rincones
de sí mismo,
y da un gran salto
mientras ladra
y se escucha el adiós
de los gorriones.
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