viernes, 23 de diciembre de 2011

BELLEZA Y SABIDURÌA DE LA NATURALEZA. (EN NIDO ABANDONADO)

Con la luz del alba otoñal, ha partido ya uno de los pequeños (presto a polinizar). El día anterior descubrieron que ya no cabían en casa. Esa fue la primera señal. Al medio día, comienza el ensayo de aleteo del más polluelo, hasta alcanzar setenta por segundo; mientras mamá chuparrosa (rutilante verde mar) lleva el néctar-combustible suficiente.


Un poco más tarde, cuando volvemos a ver, ya no se encuentra en el nido: la libélula troquílida ha volado (atraída por el amor de las flores).
Minutos después, entre las ramas del viejo fresno escuchamos un zumbido, ¡trr-trr-trr!: es ella sorprendida al ver el nido vacío. Tácticamente se aleja para luego volver y posarse junto al nido como lo hacía para alimentarlos.

Así permanece unos instantes eternos, en la diminuta rama ante el nido abandonado.


"Yo soy el colibrí si tu me quieres,
mi pasión es el torrente y tú la flor".

(canción popular, cantada por Caíto, poseído de ella)

Zenaido Velàzquez Fuentes

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