Con una espina basta,
quien lo podría pensar,
basta con una espina
que hiera la orrilla, minúscula,
del alegre aroma,
para que el escarlata
de la rosa,
quede por completo
en la sombra de la espina.
Y la sombra sea la flor
y la flor espina sea.
Abraham Peralta Vélez 24 de octubre 2013
TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma
quien lo podría pensar,
basta con una espina
que hiera la orrilla, minúscula,
del alegre aroma,
para que el escarlata
de la rosa,
quede por completo
en la sombra de la espina.
Y la sombra sea la flor
y la flor espina sea.
Abraham Peralta Vélez 24 de octubre 2013
TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma
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