Sin dejar huella millones pasamos.
Vapor. Como relámpagos de gotas
que, en el sartén, hierven.
Pasamos sin el líquido del ave
en tan pesadas piedras;
de hombres, a solitarios,
nos hundimos
en el barranco del sistema
de transporte colectivo
atascados en el nudo de la materia.
Barranco somos. Llantas
que en el lodo
y en la rabia, cansados,
un día andando morimos, sin andar,
de un cáncer de sillón y t.v.,
de un infarto de estar el corazón fuera de sí,
sin acariciar el muslo de la luz,
sin entrar a la habitación del caracol.
Abraham Peralta Vélez 25 de diciembre de 2013, POEMAS Y VAGONES DEL METRO
TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma
Vapor. Como relámpagos de gotas
que, en el sartén, hierven.
Pasamos sin el líquido del ave
en tan pesadas piedras;
de hombres, a solitarios,
nos hundimos
en el barranco del sistema
de transporte colectivo
atascados en el nudo de la materia.
Barranco somos. Llantas
que en el lodo
y en la rabia, cansados,
un día andando morimos, sin andar,
de un cáncer de sillón y t.v.,
de un infarto de estar el corazón fuera de sí,
sin acariciar el muslo de la luz,
sin entrar a la habitación del caracol.
Abraham Peralta Vélez 25 de diciembre de 2013, POEMAS Y VAGONES DEL METRO
TieRRa HúMEda Poesía para que florezca el alma
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